SHANGHAI, 8 nov (Xinhua) — Mijail Loredo, el gerente general de la empresa boliviana AgroExport, llegó a la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE) con unos 40 kilos de muestras de sésamo, chía y almendra chiquitana, que se agotaron prácticamente en un día.

El empresario optó por guardar una parte para poder ofrecer una cantidad de sus productos a potenciales socios que visiten su estand después del éxito que estos tuvieron en la jornada del martes y que hicieron que le quedasen ocho kilos a tres días del cierre de la feria.

El día de la apertura, el 5 de noviembre, en el que el presidente chino, Xi Jinping, pronunció un discurso de apertura y hubo visitas de representantes de gobiernos de diferentes países, la afluencia a este puesto fue poca, pero al día siguiente Loredo comprobó con “sorpresa” que mucha gente le pidió muestras y se llevó sus folletos informativos y tarjetas de contacto.

“Tanto es así que el primer día se nos acabó todo”, relató a Xinhua. Para poder seguir ofreciendo información tuvo que fotocopiar el folleto informativo que explica las propiedades de los granos y semillas que ofrece su empresa.

En la exposición está presentando chía, una almendra típica boliviana de la zona de la Chiquitanía y sésamo. “Les digo que es el sésamo más dulce del mundo”, señaló y explicó que las condiciones de la tierra y la variedad de la semilla son las que hacen que tenga ese sabor.

Los visitantes “quieren probar y saber”. “Aunque hay alguna cara que me dice que el sésamo chino tiene mejor sabor, no le creo yo”, bromeó. Estas semillas son las que generan más interés entre quienes se acercan al estand de Loredo, que cree Bolivia debe producir más y buscar un hueco en el mercado del país asiático.

El consumo de sésamo en China es, dijo, de 1,2 millones de toneladas y la producción boliviana, de 5.000 toneladas. “Esa es la idea, entrar a este mercado tan grande. Participar en una pequeña cuota sería muy bueno para nosotros”, expuso.

Su empresa logró ya cerrar un contrato con una firma china para exportar sésamo negro. La mercancía se transformará para producir derivados.

Loredo ofrece en la feria también chía. Bolivia, destacó, es uno de los mercados que más produce esta semilla y aspira a entrar al “enorme” mercado chino, que todavía no la consume mucho. En la actualidad hay restricciones fitosanitarias sobre las que hay negociaciones, explicó.

Las largas jornadas en su pequeño estand dejan una colección de impresiones novedosas para este empresario. “Cuando alguien se acerca a tomar una muestra o probar parece ser que eso automáticamente llama a la gente y se llena el estand y no das abasto para atenderlos”, reflexionó y añadió que los empresarios chinos interesados en sus productos toman la iniciativa de sentarse en la mesa que ha colocado en su puesto. “Es su forma de decir que están interesados”.

Para salvar las dificultades que plantea no hablar la misma lengua, Loredo utiliza una herramienta de traducción en su teléfono y ha ido aprendiendo en estos días a saludar en chino y algunas palabras relacionadas con sus productos. El empresario cree que el idioma es uno de los aspectos a tener en cuenta en las relaciones comerciales con China.

Todas estas experiencias, destaca, le dan la oportunidad de aprender. Su conclusión es que quiere estar presente en la siguiente edición de la CIIE. “Y ojalá el año que viene vengamos no con 40, sino con 80 kilos”.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2018-11/08/c_137592325.htm